El protoplasma es el material viviente de la célula, es decir, todo el interior de la célula (también el núcleo y el citoplasma).
Está formado por los elementos y sustancias químicas que se encuentran en la naturaleza, formando los cuerpos o estructuras no vivientes.
En estado coloidal el protoplasma está formado por las siguientes sustancias:
- Agua: 75 a 80% del protoplasma, de funciones estructural, transportadora, termorregulador, disolvente, lubricante.
- Sales o electrolitos: de funciones estructurales y reguladoras de pH (nivel de acidez): K (potasio), Mg (magnesio), P (fósforo), S (azufre), Na (sodio), Cl (cloro).
- Proteínas: 10 a 15% del protoplasma, son moléculas orgánicas de diferentes tamaños formadas por aminoácidos, su composición química es de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, lo que nos da una cadena de aminoácidos. Sus funciones son estructurales (uñas, cabello); hormonal (hormonas, por ejemplo insulina).
- Enzimas: compuestos de proteínas que aumentan la velocidad de una reacción química (catalizador biológico); y de transporte (transporte de oxígeno).
- Glúcidos: que son la fuente de combustible de las células y son moléculas que se componen de carbono, hidrógeno y oxígeno. Sus funciones son almacenar energía para la célula (como fuente primaria) y constituir las paredes celulares.
- Lípidos (grasas neutras, fosfolípidos, colesterol): que son sustancias insolubles en agua pero solubles en solventes orgánicos. Su composición química también es de carbono, hidrógeno y oxígeno. Sirven como reserva de energía, aislante térmico y para formar la membrana celular que le da protección a los órganos y estructuras celulares.